lunes, 3 de noviembre de 2014

Hace unos días se celebró en aguas de la ría de Arousa la XX edición del Memorial Nacho Rey de clase Snipe, una regata encuadrada en el calendario oficial de la Federación Gallega de Vela. Muchos de los que seguís este blog os preguntaréis por qué se habla aquí de náutica. Pero la respuesta es sencilla: Nacho Rey no solo fue un excepcional regatista, sino que también fue un gran jugador de baloncesto. Y entre los equipos en los que militó están el Bosco de A Coruña, el Breogán y, por supuesto, el OBRADOIRO.
Nacho Rey, con la camiseta del Obra
Ignacio Rey Barreiro-Meiro, Nacho para casi todo el mundo, formó parte del primer equipo que tuvo el Obradoiro en toda su historia allá por octubre de 1970. En aquel equipo entrenado por José Manuel Couceiro, Nacho Rey compartió vestuario con Caldas, Pablito, Barca, Pilis, López, Masaguer... El Obra debutaba en Tercera División y terminó la temporada en tercera posición tras ser campeones de invierno.

Con el 14, en un equipo campeón de los Juegos del Cantábrico
El entrenador, de traje, era José Manuel Couceiro
(Foto: enviada por Jano Harguindey)
Nacho Rey dirigía al equipo (debía de andar por el 1,90) y era una especie de jugador total. Anotaba, pasaba y defendía. Facía de todo. El 18 de octubre de 1970 el Obradoiro disputó su primer partido como local, con victoria frente al Bosco de Vigo (63-36), y la crónica del día siguiente contaba que Nacho "tiene en su haber unos magníficos pases y tapones". Precisamente, me han contado que un amistoso le llegó a poner un tapón a Clifford Luyk, y que el Real Madrid invitó a aquel chaval de Vilagarcía a pasar un mes de verano en una especie de campus de tecnificación para promesas. Pero Nacho dijo que no. Porque en verano le esperaba el mar, por mucho que el Madrid llamase a su puerta.

En un partido con el Obra, Nacho es el 1º por la izq. (arriba)
Aquí sale con Rafa Reparaz, Tonecho, Owi, Caldas, Gil, Pita...
Por desgracia, Nacho Rey falleció a principios de los noventa por una dolencia cardíaca y no le podemos preguntar si le gustaba más el basket o la vela. Creo que el baloncesto le encantaba. Y lo demostró especialmente en el Bosco. En este equipo consiguió algo histórico para el basket coruñés: formó parte de la plantilla que ascendió a la actual ACB en 1968. Nunca más la ciudad herculina volvió a celebrar un ascenso a la élite del basket. Fue algo irrepetible para todos aquellos coruñeses que vivieron las aventuras de aquel Bosco Revoltosa. Hay que recordar que fue la primera vez que un equipo gallego llegaba a la ACB.

Nacho (arriba, 2º por la izq), en un partido con el Breogán en 1972
(Foto: La Hemeroteca del Baloncesto)
Pero si en el baloncesto destacaba, la vela tampoco se le daba nada mal. Nacho y su hermano Jacobo formaron una pareja de regatistas que a finales de los 60 era conocida en todo el ambiente náutico de Galicia. En 1968, Nacho (de patrón) y Jacobo (de proel) ganaron el campeonato gallego de Snipe que se celebró en Vigo, representando a un club arousano, el Real Club de Regatas de Galicia. Repitieron título en 1969, año en que también se hicieron con la Copa Galicia y la Copa Generalísimo. 

Nacho (1ª por la izq.) y su hermano Jacobo (a su lado), tras
lograr el campeonato gallego de clase Snipe (1968)
Ojo a la foto que está justo arriba. Nacho Rey y su hermano Jacobo están en la entrega de trofeos tras conseguir el campeonato gallego de Snipe en 1968. Los otros dos regatistas que están a su lado, que habían ganado en la clase Vaurien, son César Novoa (el primero por la derecha) y Pedro Campos. Este último ha llegado a ser uno de los mejores regatistas del mundo.

La cuestión es que los hermanos Rey no solo dominaron en la vela gallega y acudieron a varios campeonatos de España, como el que se celebró en la Manga del Mar Menor. Incluso participaron en la semana preolímpica de Kiel (Alemania) de 1969, un torneo preparatorio para los Juegos Olímpicos de Munich 72. Aquella prueba valía para el campeonato de Europa y Nacho y Jacobo quedaron en segunda posición. Poco importó que unos días antes se hubiesen cruzado media Europa en su coche particular con el barco a remolque y un colchón en los asientos traseros, para que pudiese descansar el que no conducía. Toda una odisea.

Nacho Rey, en un partido de verano en Vilagarcía
(Foto: Baloncesto 1958-2008, de Teófilo Edicións)
Creo que la victoria en Alemania se les escapó en el último bordo, pero aquellos buenos recuerdos perduraron en el tiempo. Al igual que el recuerdo de Nacho Rey, un deportista total que además fue de los primeros que defendió los colores del OBRA.
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