domingo, 30 de noviembre de 2014

El Obradoiro será el anfitrión de la fase final de la Copa del Rey 2016 que se celebrará en el Coliseum de A Coruña. Pero no será el debut del Obra en este torneo. Ya lo jugó -cuando todavía no tenía el actual formato- en la primavera de 1983. Fue una eliminatoria de octavos de final a doble partido frente al OAR Fondomar, en la que salió victorioso el equipo ferrolano. Así fueron esos 80 minutos que resumen la única participación hasta la fecha del Obradoiro en esta competición.

Imagen del Obradoiro-OAR de Copa jugado en
abril de 1983 en el pabellón universitario
Antes de nada conviene contextualizar aquella eliminatoria. En aquella época la Copa del Rey se jugaba al terminar la temporada, por lo que afectaba la forma en la que había terminado el curso unos y otros. Y esto es clave. Porque el Obradoiro jugó aquella eliminatoria pocos días después de haber terminado su primera temporada en la élite. Ese curso acabó en descenso de categoría tras conseguir solo dos victorias en toda la competición, y con numerosos problemas deportivos y extradeportivos. Todo lo contrario que el OAR, que sí logró la permanencia tras un mal inicio de competición.

La participación del Obra en la Copa comenzó el 3 de abril de 1983 en Santiago. Por un lado estaba un Obradoiro formado exclusivamente por jugadores nacionales, ya que Nate Davis se había marchado unas jornada antes y el club decidió acabar la temporada sin foráneos. Enfrente, un OAR cuya estrella era el ala-pivot norteamericano Malcolm Cesare, que previamente había sido uno de los máximos anotadores de la Liga con el Baskonia. He leído por ahí que Cesare es actualmente un respetado líder de la comunidad mormona.

Cesare había jugado en la Universidad de Florida y
era el referente del OAR aquella temporada
El claro favorito era el OAR, que esa temporada había disputado la Copa Korac. Pero para el Obradoiro aquella eliminatoria tenía importancia más allá de lo deportivo. Porque aquel 3 de abril estaba previsto que las cámaras de televisión estuviesen presentes en la cancha para retransmitir el partido, lo que le daría una inyección económica al club en un momento de horas bajas. La televisión en cuestión era el circuito gallego de TVE. Recordad que en 1983 todavía no se había creado la Televisión de Galicia.

Sin embargo, todo salió mal en aquella eliminatoria. En lo deportivo, por razones que ya os imaginais y ahora comprobareis. Y en lo extradeportivo, porque se produjo un fallo técnico que impidió la retransmisión. Resulta que hubo un problema de sonido que obligó a cortar la emisión a los dos minutos de comenzar el partido, según cuenta la crónica de El Mundo Deportivo. Un desastre.

DOMINIO FERROLANO
La eliminatoria comenzó en un sitio inusual, el pabellón de la Universidad. No sé el motivo por el cual el Obra no disputó aquel partido en el viejo Sar, pero lo cierto es que los primeros 40 minutos se disputaron en la cancha situada al lado de la residencia Monte da Condesa. Y allí se acabó decidiendo un duelo en el que practicamente sobró el partido de vuelta, dada la superioridad final del equipo que entrenaba Javier Casero sobre los obradoiristas.

Aller también jugó aquella eliminatoria
(Foto: RetroACB)
Es verdad que el partido de ida resultó igualado. En el minuto 30 ganaba el Obradoiro (66-65) gracias al extraordinario partido de José Antonio Gil -autor de 24 puntos-, bien secundado por Modrego y Carlos Pérez. Pero el OAR pisó el acelerador en la parte final y se acabó llevando el partido con solvencia (74-91), dejando sentenciada la eliminatoria. Demasiado castigo para el Obra. O demasiado premio para un OAR en el que también brillaban Loureiro, Ernesto Delgado, Fede Ramiro, Saldaña o Manolito Aller. Un señor equipo, todo sea dicho.

La ficha de aquel partido es la siguiente:

-OBRADOIRO (74): Modrego (14), Gil (24), Millán (6), Carlos Pérez (14), Pagés (10), Corts (6), Aldrey, Rivera
-OAR FONDOMAR (91): García (4), Delgado (25), Cesare (4), Loureiro (24), Ramiro (16), Viñas (6), Aller (6), Saldaña (2), Fernández (4).
-Árbitros: Sanchís y Recuenco

El partido de vuelta no tuvo mucha historia. Se jugó en el pabellón de Punta Arnela -todavía no se había hecho la mudanza al de A Malata- una semana después, el 10 de abril, y la victoria cayó de nuevo del lado ferrolano (94-84). El OAR fue siempre por delante y su victoria nunca estuvo en peligro. Mucho menos la eliminatoria, dado que el Obradoiro tenía que remontar 17 puntos. Eso sí, el Obra dio la cara en todo momento y no bajó los brazos.

Así fueron los 80 minutos del Obradoiro en la Copa del Rey. El premio para el vencedor de aquella eliminatoria de abril de 1983 fue jugar los cuartos de final contra el Barcelona. Es una recompensa que todavía no ha saboreado el Obra: jugar (al menos) unos cuartos de final de este torneo. Porque lo de jugar la Copa sí sabe lo que es.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Hace unos días se celebró en aguas de la ría de Arousa la XX edición del Memorial Nacho Rey de clase Snipe, una regata encuadrada en el calendario oficial de la Federación Gallega de Vela. Muchos de los que seguís este blog os preguntaréis por qué se habla aquí de náutica. Pero la respuesta es sencilla: Nacho Rey no solo fue un excepcional regatista, sino que también fue un gran jugador de baloncesto. Y entre los equipos en los que militó están el Bosco de A Coruña, el Breogán y, por supuesto, el OBRADOIRO.
Nacho Rey, con la camiseta del Obra
Ignacio Rey Barreiro-Meiro, Nacho para casi todo el mundo, formó parte del primer equipo que tuvo el Obradoiro en toda su historia allá por octubre de 1970. En aquel equipo entrenado por José Manuel Couceiro, Nacho Rey compartió vestuario con Caldas, Pablito, Barca, Pilis, López, Masaguer... El Obra debutaba en Tercera División y terminó la temporada en tercera posición tras ser campeones de invierno.

Con el 14, en un equipo campeón de los Juegos del Cantábrico
El entrenador, de traje, era José Manuel Couceiro
(Foto: enviada por Jano Harguindey)
Nacho Rey dirigía al equipo (debía de andar por el 1,90) y era una especie de jugador total. Anotaba, pasaba y defendía. Facía de todo. El 18 de octubre de 1970 el Obradoiro disputó su primer partido como local, con victoria frente al Bosco de Vigo (63-36), y la crónica del día siguiente contaba que Nacho "tiene en su haber unos magníficos pases y tapones". Precisamente, me han contado que un amistoso le llegó a poner un tapón a Clifford Luyk, y que el Real Madrid invitó a aquel chaval de Vilagarcía a pasar un mes de verano en una especie de campus de tecnificación para promesas. Pero Nacho dijo que no. Porque en verano le esperaba el mar, por mucho que el Madrid llamase a su puerta.

En un partido con el Obra, Nacho es el 1º por la izq. (arriba)
Aquí sale con Rafa Reparaz, Tonecho, Owi, Caldas, Gil, Pita...
Por desgracia, Nacho Rey falleció a principios de los noventa por una dolencia cardíaca y no le podemos preguntar si le gustaba más el basket o la vela. Creo que el baloncesto le encantaba. Y lo demostró especialmente en el Bosco. En este equipo consiguió algo histórico para el basket coruñés: formó parte de la plantilla que ascendió a la actual ACB en 1968. Nunca más la ciudad herculina volvió a celebrar un ascenso a la élite del basket. Fue algo irrepetible para todos aquellos coruñeses que vivieron las aventuras de aquel Bosco Revoltosa. Hay que recordar que fue la primera vez que un equipo gallego llegaba a la ACB.

Nacho (arriba, 2º por la izq), en un partido con el Breogán en 1972
(Foto: La Hemeroteca del Baloncesto)
Pero si en el baloncesto destacaba, la vela tampoco se le daba nada mal. Nacho y su hermano Jacobo formaron una pareja de regatistas que a finales de los 60 era conocida en todo el ambiente náutico de Galicia. En 1968, Nacho (de patrón) y Jacobo (de proel) ganaron el campeonato gallego de Snipe que se celebró en Vigo, representando a un club arousano, el Real Club de Regatas de Galicia. Repitieron título en 1969, año en que también se hicieron con la Copa Galicia y la Copa Generalísimo. 

Nacho (1ª por la izq.) y su hermano Jacobo (a su lado), tras
lograr el campeonato gallego de clase Snipe (1968)
Ojo a la foto que está justo arriba. Nacho Rey y su hermano Jacobo están en la entrega de trofeos tras conseguir el campeonato gallego de Snipe en 1968. Los otros dos regatistas que están a su lado, que habían ganado en la clase Vaurien, son César Novoa (el primero por la derecha) y Pedro Campos. Este último ha llegado a ser uno de los mejores regatistas del mundo.

La cuestión es que los hermanos Rey no solo dominaron en la vela gallega y acudieron a varios campeonatos de España, como el que se celebró en la Manga del Mar Menor. Incluso participaron en la semana preolímpica de Kiel (Alemania) de 1969, un torneo preparatorio para los Juegos Olímpicos de Munich 72. Aquella prueba valía para el campeonato de Europa y Nacho y Jacobo quedaron en segunda posición. Poco importó que unos días antes se hubiesen cruzado media Europa en su coche particular con el barco a remolque y un colchón en los asientos traseros, para que pudiese descansar el que no conducía. Toda una odisea.

Nacho Rey, en un partido de verano en Vilagarcía
(Foto: Baloncesto 1958-2008, de Teófilo Edicións)
Creo que la victoria en Alemania se les escapó en el último bordo, pero aquellos buenos recuerdos perduraron en el tiempo. Al igual que el recuerdo de Nacho Rey, un deportista total que además fue de los primeros que defendió los colores del OBRA.