sábado, 17 de enero de 2015

El Obradoiro tuvo a principios de la década de los ochenta uno de los mejores equipos Junior de su historia. No solo porque varios de sus integrantes llegaron a jugar en ACB y tuvieron la fortuna de hacer carrera en el baloncesto profesional. Sino también porque conformaron un grupo humano excepcional que ganó (y revalidó) el campeonato gallego y llegaron a ocupar el sexto lugar en el Campeonato de España de la categoría que se celebró en 1984. En este artículo vamos a repasar la trayectoria de aquel equipo con algunos de sus integrantes, a los que agradecemos su ayuda y su excepcional memoria.

Equipo junior del Obradoiro, temporada 1983-84
Logró la proeza de clasificarse para el campeonato de España
Verano de 1982. El Obradoiro acababa de ascender a la actual ACB tras aquel famoso partido de Mataró y el club, además de conformar un equipo competitivo para esa primera experiencia en la élite, también quiso fortalecer el equipo Junior para que sirviese de ayuda al primer equipo. Un grupo de chavales realizó la pretemporada con el primer equipo. Entre ellos estaban Abel Amón y Pepe Rivera. Ambos procedían del Claret de Madrid y decidieron probar en Santiago dada la amistad de sus entrenadores con Pepe Casal. Fueron unas jornadas de duro trabajo... y con premio.

Así lo recuerda Amón: "A pesar de mi bisoñez en el plano baloncestistico, vi que no se me daba mal del todo pegarme con jugadores como Pages, Abalde, Corts e incluso Fran Crujeiras, que estaba entrenando con nosotros pero que jugaría en Peleteiro en Segunda División. Los entrenamientos fueron transcuriendo con una gran dureza física, y al acabar uno de ellos me dice Todor Lazic que quiere que me quede a jugar en el equipo. Fue una de las grandes sorpresas y alegrías de mi vida, pero hacía falta convencer a mis padres de que la cosa no era para un mes sino como minimo para un año; costó esto algo más, pero se consiguió y ahí estábamos entrenando con el primer equipo a la par que se formó un equipo junior bastante bueno".

En ese equipo Junior del Obradoiro se juntaron los llegados de Madrid con otros chavales como Ricardo Aldrey, Carlos Oro o Manolo Bernaldez. Casi todos aquellos chavales eran Junior de primer año, por lo que el Obra tenía una buena base para esa temporada y para la siguiente.

Amón, tirando a canasta
El primer escollo que se encontró aquel Obradoiro lo tuvo en Santiago en la eliminatoria local contra el Peleteiro. Eran tiempos dorados para el baloncesto compostelano y el Peleteiro también contaba con un muy buen equipo, con jugadores como Jano Harguindey, Carlos Millán, Eduardo Suárez o Crujeiras. Los jugadores se conocían y de hecho varios juniors del Obra estudiaban ese año COU en Peleteiro compartiendo pupitres con los que serían sus rivales. Entre los profesores estaban Carlos Lamela (grandísimo jugador del Breogán y exentrenador del Obra) o Eduardo Echarri, también jugador del Obra.Vamos, imposible no pensar en baloncesto todo el día.

Aquella eliminatoria estuvo muy igualada y se la acabó llevando el Obra. "Los dos partidos fueron épicos con una épica actuación de Ricardo Aldrey en el de vuelta. Ganamos, lo que nos sirvió para tener buen humor en las sobremesas de Peleteiro y pasar a la siguiente fase", recuerda Amón.

Tras vencer a Peleteiro, tocaba el sector provincial y ahí apareció el Bosco coruñés. La victoria también fue para el Obra, dado que los mejores jugadores de aquel Bosco (Calvelo y Juane) estaban más centrados en el primer equipo.

El recorrido del Junior en aquella temporada concluyó en el sector del norte disputado en Asturias. Ahí se notó que el equipo del Obra estaba conformado por chavales de primer año y que enfrente estaban equipos mucho más formados físicamente. Abel recuerda entre los rivales al Elosúa de los hermanos Nacho y Roberto Herreras, fundamentales años después en el ascenso de los leoneses a la ACB años después.

Fue un año en el que los juniors del Obra jugaron mucho con el primer equipo que entrenaba Todor Lazic. Aquella temporada 82-83 acabó con el descenso de categoría del Obra, que solo pudo ganar dos partidos en aquel estreno en la actual ACB. Pero no fue un mal año para los Juniors del equipo: tuvieron protagonismo y eso influyó en lo que pasaría la temporada siguiente. Por ejemplo, Amón recuerda el día de su debut nada menos que contra el Barça. Un chaval que estudiaba COU y que le metió 15 puntos al equipo culé.

EL AÑO DE CALPE

Si la temporada 82-83 fue buena para el principal equipo de la cantera del Obra, la 83-84 fue todavía mejor. El club consiguió mantener el bloque del año anterior y, con un año más de experiencia, consiguieron colarse en el Campeonato de España de la categoría, al que solo accedían ocho de equipos de todo el Estado. Nada que ver los campeonatos de ahora.
Otra imagen de Amón lanzando a canasta
con el equipo junior en la temporada 83-84
Pero antes de alcanzar esta hazaña, los Juniors tuvieron que superar varios obstáculos de una dificultad cada vez mayor. Primero revalidaron el título gallego y luego se clasificaron para un sector que se celebraba en Madrid. Solo los dos mejores de ese torneo sacarían billete para el campeonato de España que ese año se iba a jugar en la localidad alicantina de Calpe. Para eso habían estado trabajando toda la temporada. No había margen de error.

El entrenador de aquel equipo Junior era Julio Bernárdez, que había empezado la temporada dirigiendo al primer equipo pero que tras ser destituido se hizo cargo del Junior. Fue una decisión que en principio no le agradó: "Se lo dije a los chavales en el primer entrenamiento... pero al final logramos crear una conexión fantástica, con un equipo muy competitivo. Fue uno de mis mejores años como entrenador", me cuenta. En la pista continuaban Aldrey, Amón, Pepe Rivera y Carlos Oro, que también formaban parte del primer equipo. La plantilla la completaban Pío Furelos, Cajaraville, Luis Otero, Juan Manuel Díaz, Pablo Warner y Tino Casas.

En el sector clasificatorio jugado en Madrid el Obradoiro dio la talla y ganó su grupo con solvencia, logrando el campeonato de España de 2ª División (había varias categorías) y el billete para Calpe. Curiosamente, el Obra se clasificó sin apuros y todo lo contrario le sucedió al CAI Zaragoza, que sin embargo acabaría siendo el vencedor en el campeón de España. "Ese CAI era un equipazo entrenado por José Luis Abós y con Paco Zapata y Raul Capablo de fiuguras", recuerda Amón. Bernárdez incluso rescata una anécdota curiosa: antes del último partido el CAI ya se creía eliminado y se marchó al hotel. Pero hubo una carambola, con un triple empate que benefició a los aragoneses. El entrenador del Obra llamó al hotel para avisar a Abós. Y el técnico zaragoza pensó que era una broma.

Uno de los partidos que jugó el Obra en el sector de Madrid
Ahí consiguió el billete para el campeonato de España
Y llegó el campeonato de España junior. La gran cita en la que se reunían las ocho mejores canteras de España: tres equipos catalanes (Barça, Joventut y Cacaolat Granollers), dos madrileños (Real Madrid y Alcorcón), el Náutico de Tenerife y el CAI Zaragoza. Y el Obra, que se había colado en esa cita por méritos propios. Fue el único representante no solo de Galicia, sino de todo el noroeste español.

LA MALA SUERTE

El campeonato se celebró en mayo de 1984 en Calpe. Y en las semanas previas los junior reforzaron los entrenamientos para llegar en forma al torneo. Pero el destino no estaba del lado del Obra. "Tuvimos muy mala suerte", se lamenta Bernárdez. En el último entrenamiento Abel Amón sufrió un fuerte esguince de tobillo que le impidió participar en el torneo. Un duro golpe para él (lo único positivo es que tuvo más tiempo para preparar los exámenes de 1º de Económicas) pero sobre todo para el Obra, que se quedaba sin su único jugador por encima de los 2 metros.

Hubo otros jugadores (los de primer año) que tampoco pudieron asistir porque el campeonato coincidía con los exámenes de final de curso, con la selectividad a las puertas. Eso dejó fuera a Luis Otero, Cajaraville y Juan Díaz, recuerda Tino Casas, otro de los integrantes de aquel equipo. Demasiadas bajas para un equipo modesto. El entrenador del Obra cree que sin esos problemas el equipo hubiese competido. Pero no se podía luchar contra los elementos, y quedarte sin tu pivot más alto y sin varios jugadores unos días antes del campeonato fue un golpe demasiado duro.

No obstante, los juniors del Obradoiro se cruzaron España con ganas de dar guerra. El Obra quedó encuadrado en uno de los dos grupos junto a Real Madrid, Barcelona y Náutico. El primer partido, jugado el 22 de mayo, fue contra el Madrid. Las diferencias entre los dos equipos eran considerables, tanto en las equipaciones como en la altura y corpulencia de las plantillas. De hecho, Bernárdez utilizó de pivots a un ala-pivot (Rivera) y a Esteban Plata, "un chaval delgado pero que saltaba muchísimo, había sido campeón gallego de salto de altura". Pero claro, en el Madrid varios jugadores pasaban de los dos metros, como Juan Antonio Orenga (ese año había debutado en ACB) o Antonio Martín. "Cuando hacíamos la rueda de calentamiento vimos que ocho jugadores del Madrid machacaban el aro", rememora Tino Casas.

Equipo junior del CAI, temporada 1983-84
Fue el equipo que logró el campeonato de España
El partido tuvo claro color madridista, que rápidamente se puso con un 20-2. Aunque el Obra no se rindió y a base de lucha y coraje consiguieron dejar el marcador en un meritorio 64-95. También se notó la diferencia de plantillas en el siguiente partido con el Barça (105-49) de Julián Ortiz.

Pero todo cambió antes del tercer partido, contra el Náutico de Tenerife. El que ganase garantizaría el sexto puesto. "En la prensa local escribieron que sin duda íbamos a ser los últimos del torneo; nuestro entrenador nos arengó antes de salir a jugar, jugamos muy intensos en defensa y conseguimos ganarles", recuerda Casas. Esa victoria (69-79) les permitió disputar el partido por el quinto y sexto puesto frente al Cacaolat, que ganaron estos últimos por 81-69. Pero el premio ya estaba conseguido.

Como ya dijimos, aquel campeonato se lo llevó el CAI tras vencer en la final a un Joventut en el que jugaban, entre otros, Montero, Rafa Jofresa o Abarca. Un torneo en el que brilló Aldrey. Tino Casas destaca que al acabar la fase de grupos lideraba el cuadro de anotadores, con unos 30 puntos por partido. Pero también me cuenta una anécdota genial que refleja lo fácil que lo tienen ahora los chavales para practicar deporte en comparación con hace 30 años: resulta que sus Adidas Top Ten estaban muy gastadas de tanto uso desde principio de temporada. "La suela del derecho se había despegado y le ponía tensoplas para que no se soltase". E intentó sin éxito que el club le comprase otras. Total, que acudió al campeonato de España con unas zapatillas deportivas rotas. Como era previsible, aquellas zapatillas deportivas murieron en Calpe. "Menos mal que Aldrey calzaba mi número y tenia unos tenis de sobra que me prestó...Gracias Richi".

Acababa así la participación del Obradoiro junior 83-84, uno de los mejores equipos de cantera que ha tenido el club. Sus integrantes fueron Ricardo Aldrey, Pío Furelos y Carlos Oro (bases-escoltas); Tino Casas, Santiago Cajaraville, Luis Otero y Juan Manuel Díaz (aleros); y Pablo Warner, Esteban Plata, Abel Amón y Pepe Rivera (pivots y ala-pivots).

(Muchas gracias a Abel Amón, Tino Casas y Julio Bernárdez por su colaboración)

1 comentario:

  1. En la temporada 74-75 también fuimos al campeonato de España junior, capitaneados por Salvo y Suso Fernández, en Vinaroz. Lamentablemente solo ganamos un partido (Al Valencia)

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