viernes, 6 de enero de 2017

El profesor Alfonso Castiñeiras Murri tiene la buena de costumbre de conservar objetos valiosos. Y este hábito tiene mucha relevancia cuando se trata de uno de los socios fundadores del Obradoiro. Su pasión por el baloncesto -anterior a la fundación del club- es equiparable a la que tiene por la química inorgánica, campo en el que fue nombrado catedrático de la Universidade de Santiago en 1991 y doctor Honoris Causa por la de Granada en 2013. Consecuencia de su afición al basket y de la costumbre antes mencionada, Murri posee los carnés de socio del Obradoiro desde 1970. Y ha tenido el detalle de compartir este tesoro para que podamos conocer la evolución del abono obradoirista a lo largo de casi cinco décadas. Siéntense, abran bien los ojos y disfruten.


En la primera imagen podéis observar cómo era el carné en la primera temporada del club (1970-71), en la cual la cuota mensual de socio fundador era de 50 pesetas, frente a las 150 pesetas anuales que pagaban el resto de los socios. Debajo aparece el carnet de la temporada 1973-74, la del debut del Obradoiro en Segunda División, con la firma de Alejandro Castro, que años antes había llevado la sección de baloncesto de la SD Compostela y que en ese momento ejercía el cargo de tesorero del Obradoiro -y lo siguió haciendo más adelante-.

En la parte de la derecha está el carnet de la temporada 1974-75. Esa fue una temporada muy importante porque fue la primera en la que el Obradoiro contó en su plantilla con un jugador norteamericano, Dave Stoczynski, del cual os hablé hace algunos años. La cuota anual aquella temporada ya había subido a 1.000 pesetas. Por cierto, no están los abonos entre 1971 y 1973, los únicos que le faltan a Alfonso Castiñeiras en esta espectacular colección.


A partir del año 1975 se produce un cambio importante en los abonos. Desde ese año los carnés van a incorporar un sistema de control numérico para evitar que un mismo abono fuese utilizado por varias personas. El método es sencillo: cuando se accedía el pabellón, la persona responsable del control de acceso hacía un agujero en el número del abono que coincidía con la jornada que se disputaba ese día. Esto era en la teoría.

El otro gran cambio que podéis observar en los abonos tiene que ver con el escudo. A partir de ese año el escudo del club se integra en la parte frontal del carné, junto a la identificación del abonado, la dirección o la cuota, que para la Segunda División nacional pasó de las 1.500 pesetas en 1975 a las 2.500 pesetas de la temporada 1980-81 (el abono de la temporada 79-80 es similar al de la siguiente). En ninguno de los carnés figura el número de abonado dado que, como ya os comenté, Alfonso Castiñeiras es socio fundador del club. Por eso en los abonos figura una "F" o, simplemente, la anotación "Fundador".


Atención a los dos abonos que están encima de estas líneas. Ambos son amarillos y se corresponden con temporadas históricas para el Obradoiro. El primero es el abono de la 1981-82, en la que se consiguió el famoso ascenso de Mataró que situó al Obra por primera vez en la élite del basket español. Podéis comprobar a través del carnet que la cuota de socio en aquella campaña se situaba en las 3.000 pesetas, es decir, 18 euros.

El segundo varía ligeramente respecto al anterior. En el estreno del Obradoiro en lo que hoy es la ACB, el abono mantuvo el color amarillo y el escudo. Sí cambió la categoría de "Caballero" por la de "Senior", evitando así las distinciones de género tan habituales en épocas pasadas. Y por supuesto también varió -al alza- la cuota de socio, pasando de las 3.000 a  las 7.000 pesetas. Un incremento lógico si se tiene en cuenta que con ese carnet se podría ver en directo en el viejo Sar a los mejores equipos del basket español y a jugadores que marcarían época en nuestro deporte.


Dado que el carnet de la temporada 1983-84 es idéntico al de la anterior (con la única salvedad de la bajada de cuota, de 7.000 a 5.000 pesetas por el descenso de categoría), hacemos una parada en el inicio de la temporada 1984-85. Es el curso en el que el Obradoiro consigue su primer título oficial, el campeonato de España de Segunda División, que va acompañada del retorno por todo lo alto a la Primera B. Una gran temporada en la que el abono vestía de verde, la cuota era de 3.000 pesetas y el escudo continuaba presente.

Pero en el inicio de la temporada 1985-86 hay un cambio importante: el nombre del equipo cambia con la entrada de Feiraco en el nombre -ya patrocinaba la camiseta desde 1982- y así pasa a figurar también en el abono. Esto se mantendrá hasta el año 1988, cuando la cooperativa láctea deja de ser el patrocinador del Obradoiro. En cuanto a los colores, van del amarillo (85-86) al verde corporativo de la empresa (86-87) y al azul de la 1987-88. Este último es idéntico a la temporada anterior.


1988. En un verano muy convulso el Obradoiro encuentra presidente (Ghaleb Jaber) y consigue salir en Primera B pese al descenso sufrido en un playout dramático con el Andorra. El abono vuelve al diseño tradicional (escudo, numeración de jornadas...) y mantiene la cuota de 10.000 pesetas.

Un año más tarde se produce el conocido playoff con el Juver Murcia del que tantas veces os hemos hablado. Además del carnet de socio que el club entregaba a principios de temporada, también se entregaba un abono muy parecido al de la temporada anterior. Una gran novedad para el club en este 1989 tuvo que ver con el cambio de hogar: el Obradoiro dejó el viejo Sar tras 15 años y pasó a disputar sus partidos como local en el pabellón de Santa Isabel.


Si os fijáis bien en los dos abonos que están encima, comprobaréis que no incorporan el escudo del club sino otro distinto. Fue el que representó al Obradoiro en ese período 1990-92, en el que el Obra estuvo muy cerca de desaparecer por los problemas económicos y la falta de resolución del pleito con Esteban Pérez (primero) y con la Federación Española (después). Una desaparición que, afortunadamente, no se produjo por la determinación de José Ramón Mato y José Ángel Docobo al hacerse cargo del club en septiembre de 1992.

Los abonos en esas dos temporadas fueron idénticos, con el mismo diseño de años anteriores y con la única novedad ya comentada del escudo. También varió el color, pasando del verde claro de la 1990-91 al amarillo de la 1991-92. Esta fue además la última temporada del Obradoiro en el basket profesional hasta el estreno en la ACB... 17 años más tarde.


En 1992 comienza la conocida travesía por el desierto del Obradoiro, un desierto con forma de basket amateur y que tocaba recorrer hasta que las distintas instancias judiciales se iban pronunciando a favor del club. Fueron épocas difíciles en las que el Obra sobrevivió gracias al trabajo y la ilusión de unos pocos. Y esas dificultades -sobre todo en los primeros años- también se plasmaron en los abonos.

Muestra de ello son los carnés entre 1992 y 1994, auténticas joyas dentro del tesoro que conserva Alfonso Castiñeiras. Podéis comprobar que son muy sobrios y únicamente incluían el nombre del socio, el número y la categoría. Ah, y el escudo del club.



La sobriedad se va a mantener en los siguientes años. Pero con una novedad: la introducción de una franja celeste en el abono en evidente homenaje a la bandera de Galicia. De 1994 a 2004 se utilizan cuatro colores de forma alterna (blanco, verde, amarillo y rosa) y el abono sólo cambia en dos ocasiones: en 1995, para introducir la mención al 25º aniversario del club, y en 2002, que se recoge la medalla de bronce de Galicia entregada ese mismo año al club.


Otro cambio, más de carácter tecnológico, se produce en la temporada 2006-07. Ese año los socios pasan a tener un abono en formato tarjeta de plástico, frente al de plástico de tiempos pretéritos. Lo que no desaparece es el escudo del club, que por primera vez se incluye en el abono con todos sus colores: rojo, dorado, blanco y azul.

No obstante, en la temporada 2008-09 se vuelve al formato tradicional de carnet, manteniendo eso sí el escudo del club y la referencia a la categoría de competición (1ª División Nacional). Esa temporada se consiguió el ansiado ascenso a la liga EBA, que coincidiría en el tiempo con el debut -al fin- del Obradoiro en la ACB.


La historia desde el verano de 2009 es mucho más conocida. La novedad desde entonces radica en la coexistencia de dos carnés: el de abonado y el de socio del Obradoiro CAB. Aquí podéis ver dos ejemplos de esta cohabitación, marcada también por el cambio de escudo a partir de la temporada 2013-14. Este cambio se ha trasladado al abono desde 2013, mientras que en el carné de socio sí se mantiene el escudo original del club. La otra gran novedad en este período ha sido la incorporación del número de asiento del abonado, inevitable en un club con varios miles de abonados.

Y así termina el viaje por más de 45 años de carnés del Obradoiro. Un recorrido que ha sido posible gracias a la generosidad de Alfonso Castiñeiras y, lógicamente, a todas las personas que han contribuído a mantener vivo este club de amigos.