Noviembre de 2013 será recordado como el mes en el que Nate Davis regresó a Galicia. Y más en concreto, a ese Ferrol en el que vistiendo la camiseta del OAR se consagró como una de las eternas leyendas del basket español, capaz de enseñarle a los aficionados cosas que nunca se habían visto. Un adelantado del tiempo de magia que acuñó la ACB... pero en los años 80. Nate ha vuelto a Galicia y en la memoria aparecen tres equipos, que cada quien ordena según sus vínculos: Askatuak, Valladolid y Ferrol.
Pero Nate Davis, al que Mario Pesquera definió como El Extraterrestre, también jugó en Obradoiro.
Poco se puede decir que no se haya dicho de este jugador único en la época en que llegó a España. Vuelvo a enlazar aquí la historia que escribió ACB.com hace años. También está colgado en la red un vídeo e incluso en este blog hablamos un poco del breve paso de Nate Davis por Compostela. Pero ahora quizás merezca la pena ahondar un poco más en la trayectoria de Nate durante las semanas que estuvo en Santiago durante aquella temporada 82-83, la única del Obradoiro en la élite hasta el retorno de 2009.
Apenas dos meses duró la estancia de Nate en Santiago. Tiempo suficiente para dejar un recuerdo imborrable para todos aquellos que tuvieron el privilegio de ver en directo su salto infinito y su repertorio de tiro desde cualquier distancia (pese a que no existía todavía línea de 3) en el viejo pabellón de Sar. Fueron 12 partidos y un mate. El mate.
Una vez que Davis recupera su forma física se empieza a ver la mejor versión del jugador. Tras meter 20 puntos al que será su futuro equipo (OAR) y 25 al Barça en el Palau, llegan los mejores partidos de Nate Davis en su breve estancia en Santiago. El primero, el 18 de diciembre contra el Areslux Granollers de Chichi Creus, en el que el Obra roza al fin la victoria y Davis da su primer recital en Santiago: 40 puntos y un tapón que puso en pie al público. Un tapón de un tío que medía 1,94.
La siguiente exhibición -encadenará cuatro consecutivas- será en Badalona contra el Cotonoficio de Aíto. En vísperas de la Navidad, los 39 puntos de Davis tampoco sirvieron para llevar la victoria a Santiago. A ese partido ya no acudió el entrenador Todor Lazic, que ya había viajado a Yugoslavia por una repentina enfermedad pulmonar. Lazic nunca regresó a la capital gallega. Un problema más en una temporada llena de dificultades deportivas y extradeportivas.
En los primeros días de 1983 llegó la segunda y última victoria del Obradoiro aquella funesta e histórica temporada. Fue quizás la demostración de que, en otras circunstancias y con un poco más de suerte, el equipo hubiese podido luchar por la salvación. Los 32 puntos de Davis, unidos a la aportación de Modrego, Lomas, Carlos Pérez, Alberto Abalde, Pagés, Arturo Corts, Orbea, Aldrey, Abel Amón, Pepe Rivera y compañía, permitieron tumbar en Sar precisamente al exequipo de Nate, el Miñón Valladolid (103-102).
EL DÍA DEL REAL MADRID
Y llegó el Real Madrid. El día de Reyes de 1983. Sobre ese partido hizo El Correo Gallego una reseña durante la previa del legendario 78-68 en el que el Obra se merendó en la prórroga al Madrid de Ettore Messina. Ese día no hubo color (70-125) y la escuadra de Romay, Fernando Martín, Iturriaga, Delibasic o Brabender disfrutó de un auténtico paseo militar por Galicia. Pero de Nate Davis no resaltaré sus 26 puntos aquel día, sino EL MATE.
Ricardo Canosa estaba en Sar aquel día y no olvida lo que pasó. "Cerca del final del partido, iríamos perdiendo de 20 o más, la verdadera afición (los que no iban a ver al Madrid) hechos polvo viendo pasar los minutos, camino de lo ya esperado. Y de repente aparece ese Nate como diciendo "bueno joder, estos cabrones nos pasaran por encima, pero de nosotros no se ríe nadie". Coge el balón a ocho metros de canasta, se echa a correr, tira el balón contra la tabla, pega un chimpo de la ostia y hace un mate estratosférico. Todos sabíamos que era ilegal y Nate también, por supuesto, pero saltamos todos de nuestros asientos de haber visto aquello y salimos de allí con una sonrisa en la boca a pesar de la que nos había caído. Ellos pudieron ganar de 30 pero no pudieron parar la mejor jugada del partido", relata.
En aquel momento la situación extradeportiva de Nate estaba muy deteriorada. Los problemas de cobro se habían acentuado y antes de que terminase ese mes de enero ya había hecho las maletas para volver a Estados Unidos. Pero antes de irse todavía tuvo tiempo de dejar su huella para la historia. Fue el 15 de enero de 1983 en el viejo Sar ante el Basconia. Ese día, con 41 puntos, Nathan Davis consiguió la mayor anotación de un jugador del Obradoiro en la élite del basket español. Nunca ha sido superada y es probable que ese récord siempre quede ahí.
El último de sus 12 partidos con el Obra se produjo en Madrid el 23 de enero. Nate sólo jugó la primera mitad porque, según la crónica del día siguiente, pidió no salir a jugar por no estar centrado. Su mujer tenía problemas de salud, él alegaba que no podía enviarle dinero a Estados Unidos y finalmente cogió un avión de vuelta. Se marchaba así un jugador que le enseñó al público compostelano cosas nunca vistas antes. "Seguía asombrándonos tirando muchas veces de 8-9 metros, cuando no existía la linea de triple. Su referencia debía de ser la línea del medio campo, cuando la pasaba debía de pensar: "hala, ya puedo buscar un hueco para tirar". Al principio piensas ¿pero qué hace este tipo tirando desde ahí? ¿Está loco?, Pero luego ya te acostumbras y lo ves como normal", recuerda Ricardo.
La contribución numérica de Nate Davis al Obradoiro se resume en una media de 26,7 puntos por partido. Más allá de eso, también dejó en la memoria de muchos obradoiristas algunos recuerdos que 30 años después no se han borrado.
Nate, con el 12, en el Cotonoficio-Obradoiro (Foto publicada en Gigantes que nos pasa Luis Ulloa) |
Por contextualizar, Nate llegó a Obradoiro tras probar sin éxito en la NBA y para sustituir al lesionado Chuck Verderber, que se había roto el tendón en la quinta jornada frente a Fichet Joventut. Búsqueda de un recambio de urgencia. Cuentan los veteranos, entre ellos nuestro amigo Tonecho, que se pasó la bandeja en una improvisada asamblea de socios en la cafetería de Sar en búsqueda de liquidez para fichar. Así llegó El Extraterrestre a la ciudad del Apóstol.
El debut se produjo el 14 de noviembre en la pista de Manresa. Cuenta la crónica de El Mundo Deportivo que en tierras catalanas se vio a un Davis "fuera de forma", algo ciertamente comprensible cuando llevaba semanas sin jugar a la espera de una oportunidad. Los 20 puntos de Nate no sirvieron para ganar, como tampoco sirvieron los 22 que le endosó en los dos partidos siguientes al CAI en su debut en Compostela y al Estudiantes en Madrid. Esa fue la tónica general durante aquella temporada, en la que las derrotas (24) fueron unas cuantas más que las victorias (2).
El tiro en suspensión de Nate en el viejo Sar (Foto cedida por Tonecho Lorenzo) |
La siguiente exhibición -encadenará cuatro consecutivas- será en Badalona contra el Cotonoficio de Aíto. En vísperas de la Navidad, los 39 puntos de Davis tampoco sirvieron para llevar la victoria a Santiago. A ese partido ya no acudió el entrenador Todor Lazic, que ya había viajado a Yugoslavia por una repentina enfermedad pulmonar. Lazic nunca regresó a la capital gallega. Un problema más en una temporada llena de dificultades deportivas y extradeportivas.
En los primeros días de 1983 llegó la segunda y última victoria del Obradoiro aquella funesta e histórica temporada. Fue quizás la demostración de que, en otras circunstancias y con un poco más de suerte, el equipo hubiese podido luchar por la salvación. Los 32 puntos de Davis, unidos a la aportación de Modrego, Lomas, Carlos Pérez, Alberto Abalde, Pagés, Arturo Corts, Orbea, Aldrey, Abel Amón, Pepe Rivera y compañía, permitieron tumbar en Sar precisamente al exequipo de Nate, el Miñón Valladolid (103-102).
EL DÍA DEL REAL MADRID
Y llegó el Real Madrid. El día de Reyes de 1983. Sobre ese partido hizo El Correo Gallego una reseña durante la previa del legendario 78-68 en el que el Obra se merendó en la prórroga al Madrid de Ettore Messina. Ese día no hubo color (70-125) y la escuadra de Romay, Fernando Martín, Iturriaga, Delibasic o Brabender disfrutó de un auténtico paseo militar por Galicia. Pero de Nate Davis no resaltaré sus 26 puntos aquel día, sino EL MATE.
Ricardo Canosa estaba en Sar aquel día y no olvida lo que pasó. "Cerca del final del partido, iríamos perdiendo de 20 o más, la verdadera afición (los que no iban a ver al Madrid) hechos polvo viendo pasar los minutos, camino de lo ya esperado. Y de repente aparece ese Nate como diciendo "bueno joder, estos cabrones nos pasaran por encima, pero de nosotros no se ríe nadie". Coge el balón a ocho metros de canasta, se echa a correr, tira el balón contra la tabla, pega un chimpo de la ostia y hace un mate estratosférico. Todos sabíamos que era ilegal y Nate también, por supuesto, pero saltamos todos de nuestros asientos de haber visto aquello y salimos de allí con una sonrisa en la boca a pesar de la que nos había caído. Ellos pudieron ganar de 30 pero no pudieron parar la mejor jugada del partido", relata.
En aquel momento la situación extradeportiva de Nate estaba muy deteriorada. Los problemas de cobro se habían acentuado y antes de que terminase ese mes de enero ya había hecho las maletas para volver a Estados Unidos. Pero antes de irse todavía tuvo tiempo de dejar su huella para la historia. Fue el 15 de enero de 1983 en el viejo Sar ante el Basconia. Ese día, con 41 puntos, Nathan Davis consiguió la mayor anotación de un jugador del Obradoiro en la élite del basket español. Nunca ha sido superada y es probable que ese récord siempre quede ahí.
Así era Nate: volando y con la cabeza casi en el aro (Foto cedida por Tonecho Lorenzo) |
La contribución numérica de Nate Davis al Obradoiro se resume en una media de 26,7 puntos por partido. Más allá de eso, también dejó en la memoria de muchos obradoiristas algunos recuerdos que 30 años después no se han borrado.
Enhorabuena por el blog. Intermitente pero muy interesante, bien escrito, y con fotos muy originales.
ResponderEliminarUna pena que alguien con la suficiente memoria, documentación y disposición, no haya hecho algo, como mínimo, a la misma altura, con respecto a la historia del OAR Ferrol.
esa temporada fue una suma de desastres ajenos al equipo y a la aficcion, Pero al igual de esa canasta de orgullo de Nate hubo muchas cosas muy positivas. Nate por supuesto una de ellas, Lazic fue un descubrimiento como persona y su forma de trabajar y que en mi causo un efecto y un ejemplo para siempre en mi carrera como entrenador. Una ciudad volcada en el basket fue otra de las cosas inolvidables un americano excepcional que tristemente se lesiono y eso permitio ver a Nate. Y a nivel personal la satisfaccion de lo bien que acogieron en aquella ciudad a "mis niños" AMON y Glez RIVERA.
ResponderEliminarAfortunadamente el tiempo ha devuelto justamente al OBRA a la elite y de la mano de un genio como Moncho esta demostrando que el dinero necesario sin duda no es lo mas importante LO MAS IMPORTANTE ES UNA CIUDAD COMPROMETIDA CON UNOS JUGADORES TECNICOS Y UNA ILUSION. GRACIAS
Andres, has reflejado la temporada tal y como fue, por cierto bonito comentario.
Eliminarotro buen post sobre Nate Davis en España y en este caso en Santiago. Y la pregunta del millón: ¿alguien tiene algún vídeo de un partido entero de Nate Davis jugando en Ferrol,Valladolid o Santiago?En el reportaje de Canal + salen imágenes de Nate Davis jugando contra Estudiantes en el Magariños...¿quien lo pudiera compartir?
ResponderEliminarTambien jugo hace años si no me equivoco en el CAI ZARAGOZA
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