martes, 18 de marzo de 2014

La temporada 1982-83 fue la primera en la que el Obradoiro compitió en la élite del baloncesto español. La gran oportunidad de poder estrenarse contra los grandes tras 12 años de existencia. Se había logrado el ascenso en Mataró y ahora Santiago vería al fin al Obra competir contra Real Madrid, Barça, Estudiantes, Joventut... Y dos personas que vivieron con intensidad aquellos partidos desde la grada fueron los hermanos Taboada.

Marcos tiene el detalle de enviarnos su carnet de aquella temporada. Gracias a este recuerdo de hace 32 años descubrimos que el abono para un chaval valía 4.000 pesetas, más las 200 pesetas por la reserva de asiento en el viejo Sar. Era el precio de ver en directo al Barça de Epi y Solozábal, al Madrid de Brabender y Fernando Martín... Y a Nate Davis con la camiseta del Obra! Con este carné también descubrimos que en aquel momento el Obradoiro superaba de largo los 1.300 socios.

Además del carné, en aquellas temporadas el abonado recibía una cartilla de hojas correspondientes a cada partido de esa temporada. En ella, Marcos iba apuntando el resultado de cada partido. La de la imagen se corresponde al encuentro Obradoiro-Miñón Valladolid, uno de los 12 partidos que jugó Nate Davis con el Obra y el único en el que El extraterrestre se llevó la victoria. Fue por un ajustado 103-102, como se puede comprobar en la imagen.


Pero Marcos también me envía el carné que esa misma temporada tenía su hermano Ricardo. "Con menos de 10 años ya iba a ver al Obradoiro, y si yo fui esos años a ver esos partidos es por una persona muy especial para mí, mi hermano mayor Ricardo: él era el mayor aficionado del Obra que conozco", me cuenta. Los carnés hablan por si solos: ambos se renovaron en el mismo día, y los números son consecutivos. Si Marcos era el socio 1.306, su hermano mayor tenía el 1.307.

A diferencia del abono cadete, el abono senior costaba casi el doble: 7.000 pesetas.

Ricardo falleció hace dos años por un infarto. Marcos me cuenta que tras el retorno del Obra a la ACB su hermano "no iba a los partidos porque se emocionaba mucho, pero los veía todos por la tele". Y a él le debe sus primeros recuerdos obradoiristas, acudiendo al pabellón con su hermano y la pareja de éste, Isabel. "Me llevaba en su viejo escarabajo blanco a los partidos del viejo Sar", relata Marcos.

Sirvan estas líneas como homenaje para todos esos obradoiristas que, como Ricardo, ya no pueden acudir al Fontes do Sar pero contribuyeron a engrandecer al club con sus ánimos en algún momento de la historia. Y que, seguro, siguen celebrando los éxitos del club estén donde estén.

(Gracias a Marcos Taboada por enviarnos los carnés y contarnos esta historia)
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